
Se le fue de las manos, todo. Esa es la conclusión a la que llegué después de ver el espectáculo visual que Zhang Yimou preparó para esta su última película. Como detalles positivos podría mencionar el vestuario fantástico y la estética impecable. Pero también sobrecargada. He echado de menos la serena sobriedad de las historias contadas en Hero, película con la cual guarda gran parecido, pero a la que no llega a igualar en ritmo. De la película, me quedo con Gong Li, tremenda en todos los sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario