
Si en "Luces del Atardecer" Aki Kaurismaki nos contaba la historia de un hombre sin amor, en esta nos narra la de un hombre sin pasado (ni dinero). Mientras en aquella el trasfondo de crítica social era más sutil, en esta no se esconde para criticar un sistema que da demasiada importancia a cosas a la postre triviales, como pueden ser tener un nombre, o una cuenta bancaria. La deshumanización, la presencia de la avaricia hasta en los estratos más bajos de la sociedad, así como el espíritu de camaradería que nace entre aquellos que se encuentran en dificultades están también presentes en este filme. El director finés se ayuda de un estilo sencillo y un ritmo calmado, en consonancia con el personaje principal, para introducirnos poco a poco en una historia cargada de vitalidad, de esas que te dejan la sonrisa en la boca. Una gran película.
1 comentario:
Es cierto, es una gran película. Saludos desde la ciudad de México
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