
Excelente película. Se dice que fue el primer western en el que el héroe tiene miedo, lo que la hace más humana, y añade matices a la soberbia interpretación de Cooper. El ritmo es perfecto, de hecho podríamos etiquetarla "Western Psicológico" por la maestria con la que el Fred Zinnemann logra engancharnos a la película y nos ofrece momentos de gran intensidad. Un peliculón.
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