
El realizador de Portland utiliza su ciudad natal para contarnos una historia que trata, ante todo, de la búsqueda de la paz, perdida por accidente en una noche de "travesuras". En el filme, el protagonista pasa por distintos estados psicológicos causados por la culpa que carga, retratándolos el director con, en mi parecer, gran acierto. Narrada por medio de continuos flashbacks, el ritmo es bastante pausado, en consonancia con el temperamento tranquilo del protagonista. El uso de planos fijos y algunos secuencia denota el carácter independiente de la película, aunque no quisiera dar la impresión de ser una película difícil o aburrida. En mi opinión, una buena película con un protagonista con el que me identifico en parte. Bastante recomendable.
1 comentario:
no me mola mucho el gus, pero ahí la pongo en el emule.
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